sábado, 22 de agosto de 2015

DOS PELÍCULAS, UN LIBRO Y UNA LEYENDA





                                                                             No puedo ni quiero olvidar tales días.
                                                                                                                  Stefan Zweig





   Entre las muchas responsabilidades que implican mi labor como profesor, siempre me doy un tiempo para visionar algunas películas, por lo general siempre con Rita. Entre las que he podido ver por estos días y que me han gustado mucho puedo mencionar a Vivir es fácil con los ojos cerrados, film español dirigido por David Trueba y que cuenta la historia de un profesor de inglés que hace un viaje a Almería para conversar con John Lennon, líder de The Beatles, que allá por 1966 estuvo por España para filmar la película Cómo gané la guerra.








   Si bien la película se toma algunas libertades, la historia nos sorprende y conmueve por esa persistencia del humilde profesor por entrevistarse con el compositor de Help! ¿La razón? Completar las letras de las canciones de The Beatles que les servían para sus clases de inglés. Gran actuación, por cierto, de alguien a quien admiro mucho: Javier Cámara, a quien recuerdo por su papel del enfermero Benigno Martín en la película Hable con ella de Pedro Almodóvar.








   La otra película que me gustó (en realidad nos gustó) fue La dama de oro, del director Simon Curtis, que cuenta con la participación de la británica Helen Mirren en el papel de una austriaca de raíces judías llamada María Altmann, quien intenta recuperar un cuadro que perteneció a su familia y que les fue robado por los nazis, el cuadro (que luego de la guerra pasó a manos del estado austriaco) es una obra del genial Gustav Klimt y retrata a una tía de María, me refiero a la famosa pintura titulada Retrato de Adele Bloch-Bauer I, a la que los nazis llamaron estúpidamente La dama de oro, para esconder el origen judío de Adele.









   Por coincidencia, por estos días acabo de terminar de leer ese magnífico libro que es El mundo de ayer, las memorias de Stefan Zweig. Entre María Altmann y Zweig hubo mucho en común: ambos fueron austriacos, ambos eran de raíces judías y pertenecieron a la alta y cultivada burguesía vienesa, ambos fueron testigos de la caída de su mundo idílico y parcial de una Europa que vivió una aparente “edad dorada” y que les brindó, como decía Zweig, “la seguridad”. Ambos, en fin,  vivieron arrastrando un inmenso dolor por haberlo perdido todo debido a la guerra: su familia, sus amigos, sus propiedades, su añorada (por lo menos para el escritor, no tanto para María)  patria a manos de gente ruin como fueron los despreciables nazis. Una invitación, entonces, para ver ambas películas y, por qué no, para leer el libro de Stefan Zweig.










   Hablo  de coincidencias. Una más. Aunque el  tema ya es  otro. Hace  unos días  les conté  a   mis alumnos un antiguo relato oral sobre dos antiguos dioses del Perú prehispánico, hablo de la historia de Apu Huillallo Carhuincho y del Apu Pariaqaqa, la versión que manejé fue esta:



Nevado Huaytapallana



Nevado Pariaqaqa



LEYENDA DE HUALLALLU CARHUINCHO Y PARIAQAQA




   Dentro del contexto andino se considera al dios Huiracocha o "El gran señor Sol" como el creador del mundo, quien pobló a la tierra quechua de haris (hombres) y huanblas (mujeres) y distribuyó a los dioses menores por toda su extensión. Estos dioses tutelares fueron llamados “apus”.
   En la tierra de los Huancas, el gran Huiracocha envío a dos dioses, cada uno con características y rasgos diferentes. Estos dioses fueron el Apu Huallallo Carhuincho o Huallullo Carhuancho y el Apu Pariacaca o Pariaqaqa. Ambos dioses se enamoraron de distintas huanblas y tuvieron una familia muy extensa.
   Pero si todo iba bien, ustedes se preguntarán porque estos dioses fueron rivales, pues según cuentan esto habría sucedido por lo siguiente:
   Cuenta la historia que la primogénita de Huallallo Carhuincho, llamada Huaytapallana era muy hermosa, tanto que para ocultarla de los haris este, su padre,  la escondió al abrigo de las montañas y sembró para ella un jardín lleno de flores.
   A su vez el Apu Pariacaca tuvo un hijo varón a quien llamo Amaru este joven amante de los viajes y quien, por ser hijo de un Apu, podía tomar la forma de cualquier animal y de esta manera trasladarse por los valles de su padre, encontró a una bella huanbla con quien se casó y tuvo una hija.
   Un día en el que Amaru sobrevolaba unas montañas, observó a lo lejos un jardín de flores como nunca antes había visto y sin saberlo salió de los terrenos de su padre y tomando forma humana nuevamente se adentró en este paraje escondido.
   Al pie de la laguna Carhuacocha se encontraba una huanbla tan hermosa que Amaru, olvidando todo, quedó al instante perdidamente enamorado de ella y, esta doncella cuyo nombre era Huaytapallana, también se enamoró de él. Ambos tuvieron cinco hijos.
   El Apu Huallallo Carhuincho quiso saber quién era este joven hari que había tomado el corazón de su hija de esta manera y preguntando a los vientos se enteró que ese joven hari no era otro que Amaru, el hijo de su rival Pariacaca, y que además de ello él estaba casado y tenía una hija.
   Herido en lo más profundo por el adulterio cometido, el Apu Huallallo Carhuincho suplicó a los vientos que traigan, a los oídos de Amaru noticias de su esposa y de su hija.
   Al recordar Amaru a su esposa e hija y tomando conciencia de todo lo que había hecho salió a caminar, mientras avanzaba lentamente y meditaba por una quebrada el Apu Huallallo Carhuincho se acercó y de un golpe mortal que terminó con la vida de Amaru, este al momento de caer grito a su padre para que tome venganza de este ataque traicionero.
   El Apu Pariacaca en su dolor ahogó a Huaytapallana en la laguna Carhuacocha y a los cinco hijos en las lagunas aledañas.
   De esta manera ambos Apus iniciaron una terrible batalla arrasando a su paso todas las aldeas, pueblos y cultivos que existían en la zona, dando forma, durante este batallar a la accidentada geografía de la zona.
   Al enterarse de estos destrozos el gran Huiracocha, juzgó tales acciones como maldades muy grandes y decidió apresarlos por un largo tiempo. Tomó a Pariacaca y lo convirtió en nieve sobre las colinas más altas de sus montañas que hoy llevan su nombre, y a Huallallo lo convirtió en nieves perpetuas asentándolo sobre las colinas y picos de la que fue la morada de Huaytapallana.
   Se dice que solo cuando esas nieves se derritan ambos Apus podrán liberarse de esa prisión, y parece que ese tiempo está por llegar. (Versión del Instituto Cultural Pachayachachiq)








   "Parece que ese tiempo está por llegar". Preocupante porque estas palabras se adelantaron a lo que está sucediendo a raíz del calentamiento global. Muchos de estos nevados están en vías de desaparición. Un ejemplo claro de ello es el Pastoruri, nevado de Áncash, cuyas nieves han retrocedido de manera alarmante porque donde hubo nieve hoy hay piedra y barro. En poco tiempo, muchos otros nevados solo serán recuerdo, entre ellos el Huaytapallana y el Pariaqaqa, esos milenarios apus del agua, de cuyos hielos se alimentan las lagunas aledañas que dan origen a muchos ríos cuyas aguas riegan los campos, sacian la sed de animales y hombres. ¿De dónde saldrá el agua cuando ya no estén estos nevados? Un inminente desastre está a punto de ocurrir y pareciera que en el Perú no le están dando mucha importancia al peligro que se cierne sobre nosotros.


Huaytapallana, antes y después.



Pariaqaqa y sus nieves en retroceso.


   Dejando momentáneamente las preocupaciones, diré que algo conozco esas tierras, algunas veces estuve por esos lares. El paisaje es realmente majestuoso, son los predios de antiguos dioses prehispánicos: Cuniraya Huiracocha, Cavillaca, Yanamca Tutañamca, Huallallo Carhuincho, el Apu Pariacaca. Es tierra antigua donde estas deidades milenarias se enfrentaron en luchas cruentas, donde amaron y se multiplicaron y de alguna manera definieron el paisaje, la psicología del hombre de estas tierras: de ahí que la presencia de estos dioses se sospeche entre la cadena montañosa cuyo misterio se recorta en el espacio.









   Cosa curiosa, hasta el día de hoy se le siguen haciendo ofrendas a ambas divinidades, “pagos” le llaman, incluso el camino inca (que todavía se conserva en buen estado) se emplea para llegar al Apu Pariaqaqa no necesariamente con fines turísticos.








   Alguna vez transité por ese camino, confieso que quedé impresionado por esa red vial, que cuelga de los cerros como balcones, de la misma manera como muchos años antes quedara el “Príncipe de los cronistas” que escribió en sus crónicas: "Una de las cosas de que yo más me admiré contemplando y notando las cosas deste reyno fue pensar cómo y de qué manera se pudieron hazer caminos tan grandes y sobervios como por él vemos y qué fuerças de hombres bastaron a lo poder hazer y con qué herramientas y estrumento pudieron allanar los montes y quebrantar las peñas para hazerlos tan anchos y buenos como están".  (Pedro Cieza de León, 1570).









   Coincidencia decía hace un rato, palabrita oportuna y necesaria para esta ocasión, ocurre que un día después de contar esta historia a mis alumnos, la leyenda de los dos apus, me enteré por televisión de una noticia, un turista argentino había fotografiado a una sirena en una de las seis lagunas aledañas al nevado Huaytapallana, no sé si sean ciertas las fotos, hoy se ve de todo y no siempre es verdad, pero queda la duda. Nuestro territorio es espacio no solo de viejas culturas sino de misterios y de hechos sobrenaturales que muchas veces no tienen explicación. He aquí las fotos.








   Ya para concluir, viene a mi memoria una noticia del año pasado, cuando un grupo de turistas colombianos se extravió en… ¿Coincidencia? el nevado Huaytapallana. Fueron ubicados felizmente los turistas y cuando estaban siendo grabados, se puede ver el video en youtube, una imagen diminuta y roja se asoma entre unas rocas y luego se esconde, dicen los que algo saben de estos asuntos, que es ese duendecillo subterráneo llamado Muqui y que suele presentarse a los mineros y algunas veces los premia y otras los castiga, en fin, no es este el momento para explayarme sobre estos asuntos, tampoco cometeré la ligereza de negarlos, tomo una saludable distancia y lo asumo con respeto. Hasta la próxima.










   Continuará…








                                           Morada de Barranco, 22 de agosto de 2015.






2 comentarios:

  1. Muy muy interesante profe. Aparte de las películas , esos paisajes esos lugares. Hay mucho por conocer definitivamente. Y esa sirenaa :o que alucinante! Si es que fuera cierto... muy buenas fotos ;) .

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    1. Gracias por leerme y dejar tu comentario en esta bitácora. Es cierto, hay tanto por conocer en nuestro país tan lleno de misterios. Gracias nuevamente. Un abrazo.

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