domingo, 10 de diciembre de 2023

UN RETO DE LECTURA PARA EL AÑO QUE SE VIENE

 


                                                                 ...del cuerpo que se resiste a envejecer…

                                                                                                Vicente Azar



   La lectura ha sido para mí una forma de conocerme más o de reconocerme, de saberme alguien que muchas veces ha olvidado, por el tráfago de la vida práctica y material, algunos aspectos aparentemente insustanciales. La lectura como forma de resistencia, otra manera de seguir luchando me ha recordado esos olvidos. Cómo podría quedar uno insensible luego de esas horas eternas de lectura (de conversación, diría yo) donde, abandonado a una realidad paralela, me identificaba con las ambiciones y dudas de Julián Sorel de Rojo y Negro o las de Rastignac en Papá Goriot, de las peripecias de Jean Valjean en Los miserables, de las tribulaciones de Ernesto (el niño de Los ríos profundos), del niño sensible de En busca del tiempo perdido, de las aventuras de Ismael en Moby Dick o de Edmond Dantès en El conde de Montecristo, de la locuacidad de Pierre Bezujov en Guerra y paz…, en fin, podría pasarme el tiempo mencionando personajes que me recuerdan cómo fui, títulos que me dicen cómo soy.




   Una vez Oscar Wilde dijo sobre un personaje de Honoré de Balzac: “La muerte de Lucien de Rubempré es el gran drama de mi vida”. Para alguien que no ha disfrutado de la lectura, esta cita de Wilde puede resultar exagerada, pero es que muchos de estos personajes ficticios pueden dejar (y dejan) una huella perdurable en nuestras vidas, incluso mucho más marcada que las que podrían dejar personas de carne y hueso: a mucha gente que conocí las he olvidado, a los personajes que acabo de mencionar (y algunos otros más), están y estarán siempre presentes en mi vida...





   Hace unos días, un apreciado alumno, cuyo nombre me reservo, me pidió que le recomendara unos libros para estas vacaciones de verano. Me encantó el pedido. Nunca dejo pasar la oportunidad de sugerir títulos ante pedidos semejantes: tengo casi terminada la lista y en estos días se lo haré llegar. El pedido de mi alumno también despertó en mí, ahora a través de esta bitácora, sugerir algo que he visto incluso en videos: retos de lectura. Entiendo que no hay nada como leer por el puro placer de hacerlo, es lo mejor. Ya Borges dijo alguna vez: “Creo que la frase lectura obligatoria es un contrasentido, la lectura no debe ser obligatoria. ¿Debemos hablar de placer obligatorio? ¿Por qué? El placer no es obligatorio, el placer es algo buscado. ¿Felicidad obligatoria? La felicidad también la buscamos... La lectura debe ser una forma de la felicidad”.





   Ahora que el año se acaba, intentemos leer de acuerdo a un reto en este año que se aproxima. Veamos desde un ángulo lúdico este reto de lectura. ¿De qué estoy hablando? Pues el de proponernos leer por lo menos un libro al mes de acuerdo a un plan que sugiero (incluso propongo títulos). El reto puede variar y otros títulos pueden reemplazar a los propuestos, es la libertad que tenemos como lectores: cada uno puede proponer libremente el plan que más se le acomode y claro, la idea es en lo posible cumplirlo.





1. Para el mes de enero: leer un libro que siempre quisiste leer. Estoy pensando, en mi caso, en estos títulos: Jacon Von Guten de Robert Walser, Las ciudades invisibles de Ítalo Calvino, El maestro y Margarita de Mijail Bulgákov o Manhattan Transfer de John Dos Passos.





2. Para el mes de febrero: leer una novela breve. A mi memoria vienen estas joyas: Pedro Páramo de Juan Rulfo, Novela de ajedrez de Stefan Zweig, Siempre hay caminos de Ciro Alegría o la brevísima e inquietante Aura de Carlos Fuentes.





3. Para el mes de marzo: leer un libro de memorias. Pienso en estos libros: El mundo de ayer. Memorias de un europeo de Stefan Zweig, París era una fiesta de Ernest Hemingway, Vivir para contarla de Gabriel García Márquez o El pez en el agua de Mario Vargas Llosa.





4. Para el mes de abril: leer un libro que no terminaste de leer. Estoy pensando en El nombre de la rosa de Umberto Eco, La regenta de Leopoldo Alas Clarín, El tambor de hojalata de Günter Grass o en La montaña mágica de Thomas Mann.





5. Para el mes mayo: leer un libro que está en tu casa y nunca leíste. Hay varios, pero podrían ser Los monederos falsos de André Gide, Germinal de Emil Zolá, América de Franz Kafka o El ruido y la furia (o Sartoris) de William Faulkner.





6. Para el mes de junio: leer una novela gráfica o cómic. Pienso en Maus de Art Spiegelman, Las aventuras de Tintín de Hergé, El buscón en las Indias de Juanjo Guarnido o Toda Mafalda de Quino, creo que son una buena elección.





7. Para el mes de julio: leer un libro de poemas. El abanico de posibilidades es amplio. Pienso en la La canción de las figuras de José María Eguren o Poemas humanos de César Vallejo, ambos poetas peruanos. Otras posibilidades: Cualquier libro de poemas de Fernando Pessoa o La poesía completa de Emily Dickinson...





8. Para el mes de agosto: leer un libro de literatura infantil. Pienso en Las brujas de Roald Dahl, Momo de Michael Ende, Cuentos por teléfono de Gianni Rodari o Los días de Carbón de Rosa Cerna Guardia.





9. Para el mes de setiembre: leer un libro de terror. Tenemos estas opciones: Frankenstein de Mary Shelley, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde de Robert Louis Stevenson, El caso de Charles Dexter Ward de H. P. Lovecraft o Drácula de Bram Stoker.





10. Para el mes de octubre: leer un diario íntimo. Pienso en uno que está en mi biblioteca como La tentación del fracaso de Julio Ramón Ribeyro o uno que no tengo y espero conseguir: Diarios de la poeta argentina Alejandra Pizarnik. Otras posibilidades: Diarios de Franz Kafka u Oficio de vivir de Cesare Pavese.





11. Para el mes de noviembre: leer una novela escrita por una escritora hispanoamericana. Candidatas: Los recuerdos del porvenir de Elena Garro, Ifigenia de Teresa de la Parra o La voluntad del molle de Karina Pacheco. Otra posibilidad: Ximena de dos caminos de Laura Riesco.





12. Para el mes de diciembre: leer un libro de cuentos. Una buena elección sería Nueve cuentos de J. D. Salinger, Todos los jóvenes tristes de Francis Scott Fitzgerald o Fiesta en el jardín de Katherine Mansfield. Sin olvidarnos, claro está, de los cuentos del imprescindible Antón Chéjov, cualquier libro suyo es bienvenido. Otra opción es cualquier libro de cuentos de Guy de Maupassant.





   Ya para terminar, si el reto en conjunto o el de algún mes no convence, se puede cambiar, por ejemplo: leer libros que luego se convirtieron en películas, leer un libro de un género que no es de nuestra preferencia, leer un libro de aventuras, leer un libro de viajes, leer una biografía novelada, leer un libro de un autor de tu país, leer un libro con menos de cien páginas, leer un libro de autor japonés, chino, portugués… En fin, las posibilidades son muchas.





   Ahora que las fiestas se acercan, un abrazo y que los nuevos días nos sonrían.








   Continuará…





                                    Morada de Barranco, 10 de diciembre de 2023