viernes, 1 de enero de 2021

NO LLEGARÉ A LOS 46

                                                         


                                                                                            ...es la luz con que veo.

                                                                                        Alberto Hidalgo



   No creo que llegue a los 46, tal vez a los 44 o 45, pensaba antes del término del año 2020. Con todo es una buena cantidad, eso no se puede discutir. Por cierto, estoy hablando de libros, los libros que he leído (y en algunos casos releído) en este año que ya terminó. Año particular que en algún momento me hizo sentir como un personaje del Decamerón, ese genial libro de cuentos de Giovanni Boccaccio que relata cómo un grupo de jóvenes florentinos medioevales escapan de la peste y se encierran durante dos semanas en una villa abandonada en las afueras de Florencia.





   Para no aburrirse, recordemos, cada uno de ellos, eran diez chicos (siete mujeres y tres varones), cuenta diariamente una historia, es decir, diez cuentos diarios, multiplicados por diez días dan un total de cien cuentos, los que conforman el cuerpo del libro. Los cuatro días restantes (pues son dos semanas de encierro) los dedican a ritos religiosos.





   Siglos después, aquí, “encerrado” en el departamento, como consecuencia de la pandemia, con mi esposa e hija nos dedicamos en los tiempos libres a la lectura (que no a contar historias, aunque a veces lo hacía, uno no puede, entenderán, con su genio). Así fue que se sucedieron libro tras libro hasta llegar a la cantidad de 45 libros leídos, pero me refiero solo a libros de narrativa, pues he leído muchos, muchísimos libros de poemas (sobre los que escribiré en una futura entrada), ensayos, artículos en revistas, en diarios y a través de internet, incalculables.





   El año termina y si apuro la “máquina” podré llegar a los 44 o 45 libros, pensaba cuando había llegado a "Lima, hora cero", la lectura número 43, incluso ya sabía qué iba a leer a continuación, hablo de Otras tardes, libro que recoge un puñado de cuentos de Luis Loayza, de quien me atrevería en decir que es casi-casi un escritor bisiesto pues publicó poco, pero no exageraría en decir que todo lo suyo es sustancial, sustantivo. Uno de los cuentos del libro mencionado se titula Enredadera, su lectura me dejó siempre subyugado, extraño en mi realidad real, extrañado en un mundo sumido en la bulla, lo perecedero y vulgar. Anticipadamente “temblaba”, hace una semana, de saber la lectura (relectura, sería más preciso decir) que me esperaba y eso, comprenderán, desesperaba.





   Así queapurando la máquina” llegué a los 45 libros, pues después del libro de Loayza alcancé a leer Memorias y vida difíciles, un libro de cuentos de Ítalo Calvino que tenía en mi biblioteca desde hace muchos años, era una lectura postergada hasta que lo abordé y terminé encantado ante sus historias cotidianas (tan diferentes del Calvino, por ejemplo, de El barón rampante).





   Ahora que hablo de libros, debo comentar que con la Navidad me llegaron como regalo de mis hermanos El Buscón en las Indias de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido y Paul McCartney, la biografía de Philip Norman. “Libros, libros”, dirán, pero en casa lo que más hay son libros, por todos lados, menos en la cocina y el baño, aunque en este lugar es donde leo mucho porque es un buen lugar para hacerlo, según mi entender. 





   El primero de ellos es una joya, uno de los mejores cómics de estos últimos tiempos. Es una versión libre de lo que pudo ser la continuación de aquella novela picaresca, cima del barroco español, escrita por el maese Francisco de Quevedo y Villegas, me refiero a la Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños, libro que nunca tuvo una segunda parte, como dejó entender Quevedo que tendría. Un poco para recordar, el último párrafo de la novela dice:





Yo, vi que duraba mucho este negocio, y más la fortuna en perseguirme -no de escarmentado que no soy tan cuerdo, sino de cansado, como obstinado pecador-, determiné, consultándolo lo primero con la Grajales, de pasarme a Indias con ella, a ver si mudando mundo y tierra mejoraría mi suerte. Y fueme peor, pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres.”





   Pero nunca la escribió. Ayroles y Guarnido aprovechan ese territorio sin hollar y con libertad y talento desarrollan una historia cargada de aventuras cuyo espacio, esto lo hace interesante y atractivo (por lo menos para los peruanos), es el Perú virreinal del siglo XVII presentado, ¡oh novedad!, como la tierra del oro (en dos viñetas, por ejemplo, un personaje dice: “¡El oro aflora por doquier! Por vida mía, en el Perú te sientas en el suelo... te levantas ¡y te brilla el culo!”). Desfilan imágenes de Lima, Cusco, Huancavelica… que nos dejan boquiabiertos por la belleza de los dibujos. Impostergable su lectura.





   La biografía de Philip Norman es, lo dicen muchos especialistas, “la biografía” de Paul McCartney, ese ícono viviente de la música popular. Es un libro para admiradores de la música de The Beatles (me considero uno de ellos) y para todo aquel que quiera empaparse de la vida de uno de los personajes que junto a su grupo musical produjo grandes cambios no solo musicales en la segunda mitad del siglo XX y que hasta el día de hoy lo estamos viviendo. Un libro de casi 800 páginas que resulta muy ágil, entretenido, informativo, que ya empecé a disfrutar.






   El 2020 terminó, me ha dejado un dolor sin fondo por los amigos muertos, personas a las que ahora solo veré con una música que no es sensorial: los recuerdos, los bellos recuerdos que, como decía ese maese de la poesía llamado Emilio Adolfo Westphalen, es Todo lo que uno / Puede llevarse / Cuando muere. Así será. Mientras tanto, aquí en mi morada de Barranco lucho, resisto. La lectura es una forma de resistencia.






   En fin, podría hablar más (escribir, en realidad) si se trata de libros, pero no es el caso. Quiero concluir esta primera entrada del nuevo año con esta lista de novelas y cuentos, básicamente, que leí durante el 2020. Pudieron ser más, estoy seguro, si es que hubiera leído al mismo ritmo desde inicios del año anterior, pero empecé a un ritmo pausado, descansado, los primeros meses, ya a partir de la segunda mitad los libros “corrían” por mis manos y ojos. Pero no se trata de una competencia. He aquí la lista a quien pueda interesar.






1. Libro del amor y las profecías de Edgardo Rivera Martínez (novela).

2. La vida del buscón de Francisco de Quevedo (novela).

3. País de nieve de Yasunari Kawabata (novela).

4. Los geniecillos dominicales de Julio Ramón Ribeyro (novela).

5. Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato (novela).

6. Viaje al fin de la noche de Louis-Ferdinand Céline (novela).

7. Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar (novela).

8. La fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa (novela).

9. Aquí vivieron de Manuel Mujica Láinez (cuentos).

10. El principio del placer de José Emilio Pacheco (cuentos).

11. La conciencia de Zeno de Ítalo Svevo (novela)

12. La Luna y las fogatas de Cesare Pavese (novela).

13. La romana de Alberto Moravia (novela).

14. Relato de un náufrago de Gabriel García Márquez (reportaje novelado).

15. Del amor y otras historias de Gabriel García Márquez (novela).

16. Ifigenia de Teresa de la Parra (novela).

17. El corazón de piedra verde de Salvador de Madariaga (novela).

18. La insoportable levedad del ser de Milan Kundera (novela).

19. El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald (novela).

20. Opiniones de un payaso de Heinrich Böll (novela).

21. Novela con cocaína de M. Aguéev (novela).

22. Ximena de dos caminos de Laura Riesco (novela).

23. País de Jauja de Edgardo Rivera Martínez (novela).

24. Los ríos profundos de José María Arguedas (novela).

25. Un mundo para Julius de Alfredo Bryce Echenique (novela).

26. Crónica de San Gabriel de Julio Ramón Ribeyro (novela).

27. Los aprendices de Carlos Eduardo Zavaleta (novela).

28. La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa (novela).

29. Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco (novela).

30. Diario de Santa María de Edgardo Rivera Martínez (novela).

31. A la hora de la tarde y los juegos de Edgardo Rivera Martínez (relatos).

32. No una, sino muchas muertes de Enrique Congrains Martin (novela).

33. Pepe Prida de Jorge López Páez (novela).

34. Los niños terribles de Jean Cocteau (novela).

35. El cuerpo de Gulia-no de Jorge Eduardo Eielson (novela).

36. El Sexto de José María Arguedas (novela).

37. Memoria de Mamá Blanca de Teresa de la Parra (novela).

38. Cuentos del Oeste de Bret Harte (cuentos).

39. Los buscadores de oro de Augusto Monterroso (memorias).

40. Cuentos de amor, de locura y de muerte de Horacio Quiroga (cuentos).

41. El lobo estepario de Hermann Hesse (novela).

42. La casa de cartón de Martín Adán (sin género).

43. Lima, hora cero de Enrique Congrains Martin (cuentos).

44. Otras tardes de Luis Loayza. (cuentos)

45. Memorias y vida difíciles de Ítalo Calvino. (cuentos)



   Continuará…





                                             Morada de Barranco, 1 de enero de 2021.