domingo, 28 de septiembre de 2025

UNA TERCA ALEGRÍA

 



                                                          Nosotros desentornillamos todo nuestro optimismo

                                                                                    Carlos Oquendo de Amat

 

 

 

   Cuando el poeta Carlos Oquendo de Amat decidió publicar su mítico 5 metros de poemas tuvo serios problemas económicos para hacerlo. Para financiar el costo de la edición, recurrió a la venta de bonos literarios: su valor, según Rafael Méndez Dorich, era de 80 centavos. Una vez impreso el poemario, apenas si pudo retirar de la Editorial Minerva un número reducido de ejemplares de esa legendaria primera edición, de ahí que se conserven muy pocos y el valor de uno ellos hoy alcancen cifras astronómicas (entre la Biblioteca Nacional y la biblioteca de la Pontificia Universidad La Católica del Perú solo se conservan tres ejemplares que han sido declarados en 2024 por el Ministerio de Cultura como Patrimonio Cultural de la Nación). ¿Qué pasó con aquellos libros que no fueron retirados de la editorial? Probablemente fueron usados como material de embalaje o simplemente destruidos, algo bastante común en las imprentas hasta el día de hoy.






   Hace unos años, un amigo me contó una anécdota increíble sobre la suerte de uno de los pocos ejemplares de 5 metros de poemas que quedan de la edición príncipe de 1927 (tal como aparece en el libro). En una de las más importantes universidades del país, empleados de la biblioteca ordenaban y a la vez se deshacían de publicaciones antiguas (esto es algo que nunca he comprendido, pero ocurre y es bastante común en las bibliotecas de las universidades nacionales y particulares). Estos desinformados empleados hallaron en los anaqueles dos ejemplares de 5 metros de poemas: la primera edición bastante estropeada y una edición facsimilar reciente, probablemente la de 1980, en magníficas condiciones. Decidieron, como si le hicieran el más grande favor a la universidad para la que trabajaban, arrojar al tacho la vieja edición cuya conservación no se justificaba al contar con otro ejemplar nuevo. Hasta el día de hoy me resisto a aceptar que se pudiera cometer tamaño acto de ignorancia y de estupidez.       





   Luego de esa primera edición, ¿cuántas ediciones más se han hecho? Difícil respuesta. La segunda edición demoró unos cuarenta años en aparecer (1969): libro pequeño, no reproducía su carátula, aunque sí respetó el formato de cinta plegable, pero con errores lamentables como alterar el orden de los poemas. Después de esa segunda edición transcurrieron doce años, fue en 1980 que se editó por Petroperú de manera facsimilar, desde esa tercera edición se han publicado más de una treintena de ediciones, algunas de ellas fuera del país (España, México, Estados Unidos, Italia, Colombia, Grecia, Turquía, Rumanía) y en otros idiomas (inglés, italiano, asturiano, griego, turco, rumano). Es probable que a pesar del cuidado que he tenido se me haya escapado alguna edición, pero según mis pesquisas, son treinta y ochos ediciones las que se han publicado hasta el día de hoy.















   Ambas ediciones tienen que ver con la siguiente anécdota. La primera vez que vi este libro fue en la mítica librería El caballo rojo. Era la edición de Petroperú. Tomé el libro, lo revisé rápidamente y lo dejé en el mismo lugar: no lo compré. Ya después me arrepentiría, pues por más que lo busqué, nunca pude encontrar un ejemplar. Pasaron tres años, allá por el 83 hallé en la librería de viejo del señor Muñoz, que se encontraba en la cuadra 8 de jirón Azángaro, la edición de pasta blanca de la Editorial Decantar. Fue mi primer ejemplar de ese libro fundamental, con él inicié (aunque entonces no lo sabía) este afán de conseguir la mayor cantidad de ejemplares del libro de Oquendo.









   Quiero mencionar a tres personas que de una u otra manera se involucraron en estos afanes míos. Omar Aramayo, el gran poeta, me obsequió dos ediciones: un ejemplar del poemario editado por la Dirección Regional de Educación de Puno, junio de 2018 (pasta de dos colores: amarillo y blanco) y la que probablemente sea la edición más pequeña del libro (de apenas 8 cm X 8 cm) publicado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Arturo PeraltaPuno, sin fecha de publicación: reproduce la carátula y el formato del libro. La segunda persona es mi hermano Paco, quien en la navidad de 2018 me obsequió un ejemplar publicado por Lluvia Editores. Una edición bella e impecable (salvo un error: en la solapa del libro hay un dibujo basado en una fotografía de alguien que definitivamente no es el poeta Carlos Oquendo de Amat), un error que se viene repitiendo. Pero es una bellísima edición. La tercera persona es la señora Ivonne Berrocal, mamá de una exalumna muy querida (Lucía Valverde). Fue la señora Ivonne quien realizó la compra a distancia y a través de ella pude conseguir la edición colombiana publicada en 2022 de 5 metros de poemas (Bogotá, Colombia. Editorial Enredadera. Ilustrado por Laura Barbosa Silva).











   En una suerte de terca alegría, sin quererlo al comienzo y queriéndolo ya mucho después, he logrado reunir diecinueve ediciones, o sea, la mitad de las ediciones que se han publicado de este mítico libro. Esta búsqueda me ha convertido, me parece, en el mayor poseedor de diversas ediciones del libro de Oquendo en el Perú. Producto de esta búsqueda, me ha llegado la última edición del poemario este martes 23 de octubre: 5 metros de poemas editado en 2024 por Visor Libros, editorial española (la pasta hace recordar el negativo de una foto: fondo negro, letras blancas). En estos afanes ando por estos días tras las ediciones italiana, griega y turca y espero pronto buenas noticias.





   Ya para terminar, quiero compartir esta alegría a través de una foto, una imagen de las diecinueve ediciones que poseo (entre ellas una colombiana, una norteamericana y una española, sobre la que comenté líneas arriba), esta imagen como evidencia de esta terca alegría que me acompaña desde hace varios años.




 

   Continuará…

 

 

                                           Morada de Barranco, 28 de setiembre de 2025




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