Perú: País donde todo es de oro.
Gustave Flaubert
El epígrafe es una cita del no tan conocido Diccionario de Tópicos: en unas cuantas
palabras se condensa toda esa fama áurea que acompaña al Perú desde su
descubrimiento y conquista. Obviamente no es la única, recuerdo que cuando hace
unos años leí El conde de Montecristo hallé
entre sus interminables y apasionantes páginas estas líneas donde se alude a
esta fama dorada del Perú: “Con sus veinticinco mil libras de renta figuran
ellos, que tan grandes fortunas han manejado, se figuran poseer las riquezas
del Perú”. Las riquezas de Perú: curiosas las palabras de Maximilien Morrel.
Contrastan con las palabras de Alexander Von Humboldt, quien estuvo por estas
tierras allá por 1802: “Hoy en Lima,
nadie llega a treinta mil (pesos de renta) y poquísimos a doce mil. No he visto
ni casas muy adornadas ni señoras vestidas con demasiado lujo, y sé que las más
familias están arruinadas todas”.
En
1835, Charles Darwin escribía en su Diario
del Beagle: “Ninguna república sudamericana, desde la declaración de la independencia, ha sufrido de más anarquía que el Perú. Al tiempo de nuestra visita había
cuatro jefes militares en armas contendiendo por la supremacía en el gobierno.
Si uno de ellos lograba por un tiempo ser muy poderoso los otros se coligaban
contra él; pero tan pronto como ellos resultaban victoriosos surgía la
hostilidad entre uno y otro…". Otro ángulo: el Perú y su inestabilidad política, pan de
todos los días desde el lejano 1821.
Hoy es 28 de julio, aniversario patrio del
Perú. Se me ha dado por recordar, sin afanes patrioteros, algunas frases
relacionadas (la mayoría) con su historia, frases que me han acompañado desde
siempre y que de una u otra manera reflejan un pasado complicado y un presente (tal
la vigencia de algunas de estas frases) en el que hay muchas cosas por cambiar
para hacer de este país un territorio realmente libre donde cada uno de los peruanos tengan oportunidades de desarrollo.
Apelando a la memoria, intentaré citar
cronológicamente. La primera frase que acude es una que cuando pequeño se la oí
a mi padre, en una de esas tantas historias que él solía contarnos, hablo de
esas palabras de Francisco Pizarro quien en la isla del Gallo en 1526, se ve
obligado, ante los reclamos y protestas de sus soldados por las muchas penurias,
a trazar una raya en el suelo y decir: “Por este lado (señalando el Norte) se
va a Panamá a ser pobres, por este otro (señalando el Sur) al Perú, a ser ricos…”.
Solo pasaron la línea trece, a quienes la historia recuerda como Los trece del Gallo.
La segunda
frase es de Atahualpa, hijo de Huayna Cápac, quien le respondió a Pizarro cuando
este se jactaba de su triunfo sobre los incas: “Usos son de la guerra, vencer o
ser vencidos”. Supongo que ante la contundencia de estas palabras, Pizarro
debió quedarse callado. Corría el año de 1533, un 26 de julio.
El año de 1780, José Gabriel Condorcanqui,
Túpac Amaru, se rebela a la corona española. Unos meses después, sofocada la
rebelión, Túpac Amaru es conminado a delatar a sus cómplices en el Cuzco y en
Lima. Dicen las fuentes que con total serenidad le respondió al sanguinario
Visitador Areche: “Aquí no hay sino dos culpables: tú, por oprimir a mi pueblo,
y yo por querer libertarlo”. Tercera frase.
Esta
sería la cuarta: 28 de julio de 1821, José de San Martín pronuncia unas
palabras que casi todos los peruanos recordamos pues en el colegio nos la
hacían repetir de memoria como el Padrenuestro: “El Perú es desde este momento libre
e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su
causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la
independencia!”.
En la lucha por la independencia, dos
personajes surgen. La primera es María Parado de Bellido quien al ser torturada
para que delate a los conspiradores, respondió de esta manera: “No estoy aquí
para informarlos a ustedes, sino para sacrificarme por la causa de la libertad”,
era el año de 1822. El otro personaje es el humilde pescador José Olaya que era
el correo de los patriotas del Callao y Lima. Luego de ser apresado, fue
torturado de tal manera que aún produce escalofríos recordarlo. Pero no habló,
no delató a nadie. Antes de morir fusilado en el callejón de Petateros dicen que pronunció estas palabras: “Si
mil vidas tuviera, gustoso las daría por mi patria”. Era el año 1823. Estas dos
serían la quinta y sexta frases.
El 9 de diciembre de 1824, antes de la
Batalla de Ayacucho, se pronuncian algunas de las palabras que han habitado en
la memoria de los peruanos y que entonces, cuando escolar, tenía que saberlas
de corrido. La séptima cita es de Sucre quien arengó a sus soldados con las
siguientes palabras: “De los esfuerzos de hoy, depende la suerte de la América
del Sur. Otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia…”. Luego,
uno de los más jóvenes oficiales colombianos, José María Córdoba, arengaría a
los suyos con estas palabras: “¡División! ¡De frente! ¡Armas a discreción y a
paso de vencedores!”. Octava frase.
Muchos años después, en 1880, en pleno
conflicto bélico con Chile, sucede una de las batallas más sangrientas: la
Batalla de Arica. Hecho que confirmaría la profunda desorganización del Perú y
el abandono de sus soldados que morirían en un acto arrojado y heroico. El
coronel Bolognesi dice unas palabras que los peruanos solemos repetir en
situaciones extremas: “Lucharemos hasta quemar el último cartucho”. Novena
frase.
Manuel González Prada, el gran anarquista, el
de la prosa contundente y cincelada nos ha heredado, si hablamos de frases,
estas dos, que constituirían la décima y décima primera frases: “El Perú es un
organismo enfermo; donde se aplica el dedo, brota la pus” y estas palabras que
no se refieren a la vejez cronológica: “¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a
la obra!”.
Jorge Chávez nació en Francia, sus padres
eran peruanos. Jorge Chávez nunca estuvo en el Perú, pero desarrolló un amor e
identificación con nuestro país que lo llevaba, cada vez que volaba, ponerle
bandera peruana a su avión. Luego de su proeza de cruzar los Alpes, tuvo la desgracia de
perecer cuando su avioneta cayó pesadamente a pocos metros para aterrizar.
Dicen que sus últimas palabras fueron: “Arriba, siempre arriba hasta las
estrellas”. Tenía apenas veintitrés años. Décima segunda frase.
La siguiente frase la hemos repetido
incontables veces. Sin embargo no está comprobado que la dijera Antonio
Raymondi, no aparece en ninguno de sus escritos, es más, he tenido la
oportunidad de verla utilizada en otro país, me refiero al famoso: “El Perú es
un mendigo sentado en un banco de oro”. Con todo, es la décima tercera frase.
La décima cuarta cita le pertenece, según la
leyenda, al exquisito Abraham Valdelomar quien, dicen, solía repetir estas
palabras: “El Perú es Lima, Lima es el jirón de la Unión, el jirón de la Unión
es el Palais Concert, el Palais Concert soy yo”.
César
Vallejo, nuestro máximo poeta, autor de libros como Heraldos negros y Trilce,
tiene un poema titulado Los nueve monstruos, cuyo verso final se
ha empleado y emplea hasta en la publicidad, el verso dice: “Hay, hermanos,
muchísimo que hacer”. En efecto, en un país tan desigual como el nuestro hay
todavía tanto por hacer. Décima quinta cita.
Esta frase está en la novela Conversación en la Catedral de Mario
Vargas Llosa, su personaje protagonista, Zavalita, dice casi al iniciar la
novela: “¿En qué momento se jodió el Perú?”. Esta pregunta se constituye,
entonces, en la décima sexta frase.
Quebrando el orden cronológico, he dejado
para el final esta frase de Jorge Basadre, gran historiador tacneño. Su frase no
solo es una afirmación, también señala una actitud (como en la respuesta de
Bolognesi, como en el verso de Vallejo): ante la adversidad, capacidad de
resistencia, de lucha, características que a través de la historia los peruanos
hemos sabido demostrar: “El Perú es más grande que sus problemas”. Es la última
frase. Tal vez haya olvidado alguna, pero son las que recuerdo.
Continuará…
Morada de Barranco, 28 de julio de 2013.
Buen articulo maestro, me quedo con esta frase “Aquí no hay sino dos culpables: tú, por oprimir a mi pueblo, y yo por querer libertarlo”
ResponderEliminarLindisimas frases y un recuerdo afirmativo de las frases de rigor que estudiamos a lo largo de nuestra educacion escolar es algo que llevamos dentro de nuestro corazones por siempres, dejame agregar una "las ideas se exponen, no se imponen" general Marin. Se escribe en la fachada del CAEM en chorrillos, algo que llevo grabado dentro de mis recuerdos escolares, y hubo otra dicha por el Mariscal Castilla,antes de morir " Dame un poco mas de vida y obtendre la felicidad de mi pueblo" .....Nuestra patria es grande y rica en historia y en recursos... Viva el Peru.....
ResponderEliminarGracias, Dayanna. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Franklin y por leerme. Un abrazo y ya conversamos, espero verte pronto por el Perú.
ResponderEliminarMuy buen recuento de frases de peruanos ilustres, ojalá sigas investigando y aportando. Éxitos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Saludos.
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